Ayer, mi amiga Lola, presentó su libro, un libro escrito a medias con otra nueva amiga, Cristina Jarque.
"Madre estrago", los cachitos de estructura vital que nuestras madres depositan en nuestro camino, van creando nuestros esqueletos inconscientes, a veces chepudos, otras estilizados y ágiles, otras achaparrados y otras corpulentos.
Gracias Lola, por tu creación, gracias Miguel por esa presentación, con paradas en imágenes tan potentes como la de Amanece que no es poco, sacando al hombre del bancal antes de tiempo.
Así sacamos a los hijos a veces de los bancales, antes de tiempo, y así a veces dejamos que se nos pase la cosecha, el hijo en el bancal, envejeciendo, sin dar fruto.
Todas somos madre estrago, forma parte de la propia esencia de la madre, no hay una madre que no cause estrago, con los años nos van saliendo las cosechas, los tomates y pimientos, con la simiente que ellas nos plantaron.
Y no pude evitar acordarme de Italo Calvino, en su Bizconde Demediado, cuando nos hace ver, que ir de bueno absoluto, puede ser más estrago que ir de malo. El bien y el mal, forman parte de lo mismo, ser madre, lleva las dos partes del bizconde.
Todos somos madre estrago, nuestra historia salta a nuestras espaldas y nos lo va diciendo.
"Madre estrago", los cachitos de estructura vital que nuestras madres depositan en nuestro camino, van creando nuestros esqueletos inconscientes, a veces chepudos, otras estilizados y ágiles, otras achaparrados y otras corpulentos.
Gracias Lola, por tu creación, gracias Miguel por esa presentación, con paradas en imágenes tan potentes como la de Amanece que no es poco, sacando al hombre del bancal antes de tiempo.
Así sacamos a los hijos a veces de los bancales, antes de tiempo, y así a veces dejamos que se nos pase la cosecha, el hijo en el bancal, envejeciendo, sin dar fruto.
Todas somos madre estrago, forma parte de la propia esencia de la madre, no hay una madre que no cause estrago, con los años nos van saliendo las cosechas, los tomates y pimientos, con la simiente que ellas nos plantaron.
Y no pude evitar acordarme de Italo Calvino, en su Bizconde Demediado, cuando nos hace ver, que ir de bueno absoluto, puede ser más estrago que ir de malo. El bien y el mal, forman parte de lo mismo, ser madre, lleva las dos partes del bizconde.
Todos somos madre estrago, nuestra historia salta a nuestras espaldas y nos lo va diciendo.
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