Sin grillos que canten dentro de latas, colgados de la barandilla de la terraza...otra primavera sin grillos. Porque Manuel se fue a otros campos, donde escarbar con una pajita en el agujero de la grillera, con paciencia, aguantando la respiración, quieto...el grillo asoma una pata, o las antenas...Manuel acerca la mano, cóncava, morena y segura, al agujero de la grillera. La mano roza su oreja, ahora llena, con un grillo cantor..."capa real" dice....con su sonrisa ancha y sus ojillos chispeando al sol. El grillo capa real canta ahora en el agujero de su grillera, esperando a Manuel, que sonríe y silva, con una brizna de hierba entre los dientes.
Pensamientos de una estrella de mar